Roberto Alomar entra al Salón de la Fama

NUEVA YORK — Tras un año de espera, por fin Roberto Alomar se convierte en otro de los inmortales del béisbol, tras ser elegido al Salón de la Fama en su segunda oportunidad en las boletas de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, sigla en inglés).

Roberto (Velázquez) Alomar, nativo de Ponce, Puerto Rico, proviene de una familia de peloteros. Su padre Sandy, como él segunda base, coach y dirigente, así como su hermano Sandy Jr., receptor y entrenador, exhibieron sus dotes en las gran carpa.

Como intermedista, Roberto está considerado como uno de los más grandes de todos los tiempos.

En sus 17 temporadas en Grandes Ligas, el ex jugador boricua, pasó por los Padres de San Diego, Azulejos de Toronto, Orioles de Baltimore, Indios de Cleveland, Mets de Nueva York, Medias Blancas de Chicago y Diamondbacks de Arizona, donde lo recuerdan como un verdadero astros del segundo saco.

Tras sacar 523 votos de las 581 boletas en las pasadas elecciones, Roberto se convierte en el tercer puertorriqueño, junto al fenecido Roberto Clemente y Orlando ‘Peruchín’ Cepeda, en ingresar al templo de los inmortales de Cooperstown.

Alomar, se llevó en las votaciones el 90 por ciento de los sufragios, convirtiéndose ser el jugador No. 26 en conseguir este porcentaje en la historia.

Como intermedista, Alomar supo ganarse el prestigio de otros defensores en el béisbol más grande del mundo. Fue el Jugador Más Valioso cuando Toronto ganó el campeonato de la Liga Americana en 1992, y ese mismo año ganó la Serie Mundial.

Roberto no sólo fue un buen bateador; hizo grandes hazañas que lo convirtieron en un superastro y futuro miembro del Salón de los inmortales de Cooperstown.